Hablar de la relación de Ravi Shankar con los Beatles es referirse, sobre todo, a su influencia sobre George Harrison. El guitarrista de Liverpool fue uno de los primeros que supo ver el enorme juego que podía dar el sitar en el pop, además de sentir fascinación por la espiritualidad hindú. Esta amistad fue la que, precisamente, convirtió al artista bengalí en una estrella en occidente, invitado incluso al Monterey Pop Festival de 1967, en medio de una pléyade de grupos de rock y psicodélicos.
Hace un par de años Roger McGuinn, de The Byrds, declaraba que él y su compañero David Crosby habían sido los que mostraron por primera vez a George, durante una parada en la gira americana de los Beatles en 1965, las posibilidades del sitar y la maestría de un músico llamado Ravi Shankar. Según sus palabras, en medio de los efluvios del LSD George reconoció que no sabía nada de espiritualidad ni de la música de la India. Atraído por esos misteriosos sonidos, George se compró el instrumento al terminar la gira.
Poco tiempo después se dejarían escuchar sus progresos en las nuevas grabaciones de los Beatles, comenzando con «Norwegian Wood» (primera canción pop en utilizarlo) de «Rubber Soul», siguiendo con «Love to You», de Revolver, «Within You Without You» del «Sgt. Pepper», y de ahí en adelante.
Ambos músicos se conocieron por fin en Londres en 1966. Ravi Shankar, que en ese momento no era ningún chaval, tenía ya 46 años, ha reconocido que el interés de los músicos de pop le produjo al principio una gran confusión (de hecho, llego a manifestar su malestar por verse de repente rodeado de hippies y drogadictos), pero reconocía el enorme interés que puso George por aprender.
Ahí comenzó una larga amistad y colaboración que duró hasta el final e la vida de George. El punto culminante fue la organización, entre ambos, del concierto por Bangladesh, celebrado en el Madison Square Garden de Nueva York en 1971, el primero organizado con fines benéficos.
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