miércoles, 5 de agosto de 2015

GOPRO VISTA AL FUTURO


2007, el año elegido para el lanzamiento del primer iPhone, no sólo cambió el mercado de la telefonía. También marcó la separación entre el vídeo y la videocámara tradicional. Nick Woodman, un amante del surf que había logrado un discreto éxito con una línea de cámaras de carrete desechables, dio el salto al formato digital con la Digital HERO 3, una pequeña videocámara del tamaño de media cajetilla de tabaco, sumergible y capaz de grabar vídeo de 512 x 384 píxeles de resolución. Había nacido GoPro.

Fue un éxito inmediato entre los amantes de los deportes de riesgo y la aventura. Por fin una cámara se podía instalar fácilmente en una tabla de surf, un casco, o un manillar y sufrir golpes y caídas sin peligro de perder el metraje y a un coste muy inferior al de las videocámaras digitales de la época.

Las sucesoras de esa GoPro han mantenido desde entonces unas dimensiones muy parecidas. Hasta ahora. Esta semana, la compañía, ahora convertida en una multinacional que cotiza en bolsa con un valor aproximado a 7.000 millones de dólares, ha lanzado al mercado la Hero 4 Sessions, una cámara muy diferente, con la forma de un pequeño cubo negro de 38 milímetros de lado.

La mejor forma de describirla es apuntando a lo que no tiene. Para conseguir unas dimensiones tan pequeñas, GoPro ha sacrificado la pantalla LCD. Hero 4 Sessions se conecta inalámbricamente (mediante WiFi) con el móvil y es posible usar la pantalla del teléfono como visor, pero está pensada para usarse con un solo botón, que enciende y pone la cámara a grabar con una única pulsación. La cámara es capaz de grabar con una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles a 30 cuadros por segundo o a resolución Full HD a 60 cuadros por segundo. También saca fotografías de ocho megapíxeles. Con la batería cargada al máximo, será capaz de grabar hasta dos horas de forma continua y su precio es similar al de otros modelos de GoPro, unos 400 euros al cambio.

Su principal atractivo es la resistencia y ligereza. Aguanta inmersiones de 10 metros sin necesidad de carcasas especiales. Es tan pequeña y ligera que puede instalarse en objetos y superficies que hasta ahora necesitaban complejos adaptadores para las cámaras de acción. El plan de GoPro es que los amantes de los deportes de riesgo y aventuras vean en ella una interesante cámara accesoria, un segundo ojo que complemente las grabaciones del modelo de mayor tamaño y calidad. También una GoPro que puede instalarse por primera vez en unas gafas o en la propia ropa de los deportistas.

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