viernes, 13 de agosto de 2010
ANCESTROS TECNOLOGICOS:CURIOSIDADES DE LA EVOLUCION ROBOTICA
Cuenta la leyenda que, a finales del siglo XVII, un adolescente alemán era objeto de las burlas de sus compañeros de clase y de su profesor, por su dificultad para aprenderse de memoria las tablas de multiplicar. Ya en su casa, decidió inventar alguna forma más sencilla de realizar multiplicaciones y demás operaciones. Y lo hizo: a la mañana siguiente, Gottfried Wilhelm Leibnitz, que así se llamaba el joven, presentó ante sus atónitos compañeros y profesor un nuevo sistema numérico basado en dos dígitos, el cero y el uno. Leibnitz inventó el sistema binario, origen de la tecnología digital y, por lo tanto, componente fundamental en el desarrollo de la Informática y la Automática.
En el siglo XIX, el barón húngaro Wolfgang von Kempelen asombró al mundo con su ajedrecista de Maeltzel. Este autómata consistía en un muñeco vestido a la manera turca frente a un gran tablero de ajedrez sobre una mesa. Fue exhibido de exposición en exposición por las principales ciudades de Europa y derrotó, entre otros, a Napoleón y Federico el Grande, rey de Prusia. Después de un incendio fortuito en una exposición en Filadelfia, Estados Unidos, en donde se exhibía, quedó en evidencia que el notable mecanismo del artefacto era en realidad un enano, experto ajedrecista, que, escondido bajo el tablero, movía desde allí las piezas.
Karel Capek fue un escritor prolífico e influyente. Fue propuesto varias veces como candidato al premio Nobel. Murió en 1938 de muerte natural, poco antes de que la Gestapo diera con él, pues lo querían muerto por sus simpatías anti-nazis. Sus Robots en la obra de teatro R.U.R. no estaban fabricados a base de componentes mecánicos, como se cree, sino que tenían un origen químico. Esta obra trataba, en realidad, de la deshumanización del hombre en una civilización tecnológica. Más tarde escribió en un ensayo sobre la posibilidad de que algún día existieran robots pensantes, negando tal posibilidad "con horror" y llegando a afirmar que la idea de que en unas máquinas pudieran aflorar sentimientos como el amor o la rebelión sería "una grave ofensa contra la vida".
Existe cierta evidencia de que la palabra robot no proviene de Karel Capek, sino de su hermano Josef, escritor como él. En una carta, cuenta Karel que le preguntó a su hermano cómo podría llamar a esos seres que estaba ideando para su nueva obra de teatro. Él había pensado en llamarlos "Labori", pero le parecía demasiado culto. "¡Pues llámalos robots!", le espetó su hermano Josef, y le volvió la espalda para continuar con sus asuntos.
En 1927, el director alemán Fritz Lang creaba el primer robot cinematográfico, un robot con apariencia de mujer que liberaba a los trabajadores de una factoría industrial en su película Metrópolis.
En 1949, sólo dos años después de que se inventara la primera computadora electrónica, se comenzó a debatir si algún día las máquinas podrían llegar a pensar por sí mismas. Muchas personas, como el neurocirujano británico Jefferson, dijeron que la inteligencia de una máquina nunca sería capaz de igualar la de una persona. Las máquinas no tienen sentimientos, luego nunca podrían pensar como un humano. El matemático Alan Turing escribió, sin embargo, que él no veía ninguna razón por la cual un robot nunca sería capaz de igualar la inteligencia de un humano en cualquier campo de trabajo. Aún llegó más lejos y declaró que algún día las máquinas serían capaces de pensar. Para ello, ideó el Turing Test, un formulario de preguntas que un humano introduce en una conversación con una máquina. El ordenador pasa el test cuando sus respuestas consiguen confundir a su interlocutor humano hasta el punto de que este realmente piense que está hablando con otra persona. Actualmente, los investigadores en inteligencia artificial plantean bromas o cuestiones a las máquinas con el objetivo de lograr una respuesta emocional. Una de ellas podría ser la siguiente: "¿Porqué el individuo autoconsciente miró su imagen en el espejo?". Respuesta: "Para llegar al otro lado". Se supone que, si la máquina comprende este chiste malo y, además, se ríe (le hace gracia), entonces habrá alcanzado el status de individuo autoconsciente.
Asimov publicó numerosas novelas y ensayos de ciencia-ficción. Las más famosas son I, Robot(Yo, Robot)(1950), The Foundation Trilogy (Trilogía de la Fundación)(1951-52), The Foundation Edge (Los límites de la Fundación)(1982) y The Gods Themselves (Los Dioses mismos)(1972), novela que ganó los premios Hugo y Nebula de ciencia-ficción. En Yo, Robot, propuso sus tres famosas Leyes de la Robótica, a las que luego añadió una Ley Cero. Estas son:
Ley Cero: un robot no dañará a la humanidad, ni permitirá por inacción que la humanidad sea dañada.
Ley Uno: un robot no dañará a un ser humano, ni permitirá por inacción que un ser humano sea dañado, a menos que esto contradiga una ley de mayor orden.
Ley Dos: un robot debe obedecer una orden dada por un ser humano, excepto cuando estas órdenes contradigan una ley de mayor orden.
Ley Tres: un robot debe proteger su propia existencia siempre que esta protección no contradiga una ley de mayor orden.
Que se sepa, la implantación de estas leyes no ha pasado de las novelas.
En 1954 se registró la primera patente de un robot en el Reino Unido. George C. Devol patentó el primer robot en Estados Unidos en 1961.
En 1956, dos amigos se encontraron en una fiesta y estuvieron hablando sobre las novelas de Asimov y la posibilidad real de construir robots. Estos dos amigos eran George C. Devol y Joseph F. Engelberger, futuros fundadores de Unimation y padres de la robótica moderna.
Ese mismo año, en el Dartmouth College se muestra el Logic Theorist, una máquina de inteligencia artificial capaz de elaborar y comprobar proposiciones lógicas punto a punto.
El primer robot Tralfa se instaló en 1964 en una factoría noruega, durante un período de carencia de mano de obra, para pintar tapacubos. Dos años más tarde, la ciudad industrial de Byrne (Noruega) contaba con toda una flota de estos "robots pintores".
La robótica ha contribuido de manera esencial en la conquista del espacio. En 1966, la nave espacial robotizada Surveyor aterrizaba en la Luna. En 1970, el "tractor" ruso Lunakhod recorría la superficie selenita, tomando muestras. La nave espacial Viking aterrizaba en 1976 en el suelo de Marte. En 1999, la sonda Mars Pathfinder tomaba muestras del suelo marciano...
La primera compañía en usar visión artificial para una aplicación industrial fue la General Motors en 1970, en una factoría de Ontario, Canadá.
El primer país que tuvo una institución dedicada a los robots fue Japón, que instauró en 1971 la Japanese Industrial Robot Association (JIRA).
La primera publicación periódica a nivel internacional sobre robots se llamaba The Industrial Robot, y apareció por primera vez en 1973.
En 1974 se fundó la Robotics Industries Association (RIA).
En 1977 se fundó la BRA (British Robotics Association). La palabra Bra también significa "sujetador", en inglés.
En 1984, la empresa Robot Defense Systems introduce el Prowler (Programmable Robot Observer with Local Enemy Response). Este sería el primero de los robots con fines militares.
En 1997, el computador Deep Blue de IBM derrotó en el ajedrez al campeón mundial Gary Kasparov, hecho este que marcó un antes y un después en el desarrollo de la inteligencia artificial.
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