Durante un debate en la Cámara de los Comunes, el titular de Exteriores aceptó (de palabra) las preocupaciones planteadas por los diputados de que la tecnología tiene potencialmente implicaciones "terribles". Sin embargo, el ministro señaló que el Reino Unido tiene una "obligación" ante las "personas que nos protegen" y "se reserva el derecho" a desarrollar esta tecnología.
Burt advirtió que el Reino Unido no se unirá a la ONU para pedir la prohibición total de la tecnología y afirmó que los 'drones' asesinos siempre serán supervisados por un ser humano.
Gran Bretaña ya ha desarrollado vehículos de ataque capaces de operar sin control humano. Taranis, un avión no tripulado que lleva el nombre del dios celta del trueno, puede volar más rápido que la velocidad del sonido y seleccionar objetivos de forma automática. El 'dios celta' necesita la autorización de un controlador humano solo a la hora de atacar un objetivo. La aeronave, que se utilizará en el norte de África, realizó su primer vuelo a principios de este año.
Por su parte, los laboristas objetaron que dicha tecnología podría crear un "vacío" legal y moral. La parlamentaria laborista Nia Griffith dijo: "Podrían ser 'hackeados' o secuestrados, posiblemente para su uso contra el Estado, o también pueden fallar con consecuencias mortales".
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