En todos lados se ha escrito que el grunge comandado por Nirvana fue el movimiento que sepultó al glam o hair metal, bandas que en su mayoría desarrollaban un hard-rock comercial que escalaba las listas, vendiendo millones de discos.
Aunque muchos de inmediato piensan en Mötley Crüe o Poison, como representantes de esa época, la realidad es que a ellos el grunge sólo los afectó una temporada, ya que pudieron sobrevivir años después y aún siguen llenando estadios cuando se reúnen, sin embargo a las bandas que editaron discos entre 1987 y 1990 que trataron de emular el éxito de las bandas de Nikki Sixx y Bret Michaels, fueron realmente las más afectadas, porque cuando las disqueras habían invertido en ellos, de la noche a la mañana el apoyo desapareció totalmente para ellos.
Aunque también la falta de apoyo se debió a que algunos de ellos fueron contratados no tanto por su calidad musical sino porque los ejecutivos de las disqueras estaban tan ávidos de tener ganancias que comenzaron a enlistar a quien se viera más bonito en un video, lo mismo que pasó con el grunge cuando la moda era firmar a quien usara camisas de leñador.
Aquí algunos ejemplos de esos glamers que quisieron y que tocaron el cielo:
El primer caso que recuerdo de este tipo de bandas, son los Pretty Boy Floyd, quienes lograron un inédito contrato de 250 mil dólares para la disquera MCA, lo que para un grupo que iniciaba era todo un logro, se esperaba que lograran grandes ventas, pero su sencillo “Rock N’ Roll” no tenía la fuerza necesaria para convertirse en un clásico, además cuando aparecieron en 1989 ya había varias agrupaciones clones. Y aunque sólo fueron una banda más con mucho maquillaje, siguen reuniéndose para realizar presentaciones por Estados Unidos.
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