Investigadores contratados por la Marina han presentado informes, según los cuales, el impacto de la radiactividad en la isla es mucho más grave de lo que se decía.
Según la nueva investigación, buques militares, cuyas partes contenían radiactividad, fueron reparados en la isla regularmente. Varias naves de la flota del Pacífico, que podrían haber estado contaminadas con la radiactividad durante las pruebas de las bombas nucleares, pudieron haber sido reparadas en la isla, informa portal de noticias sin fines de lucro 'The Citizen Bay'.
La Marina no oculta el hecho de que la isla fue escenario de un programa de descontaminación de naves radiactivas. De hecho, se sabe que la nave de entrenamiento USS Pandemonium fue irradiada y descontaminada por los reclutas en repetidas ocasiones. Sin embargo, la Marina declara que los materiales usados en los entrenamientos presentaban niveles muy bajos de radiactividad que fueron eliminados al cabo de algunas semanas.
Cuando en 1997 la Marina 'limpió' la isla, los restos de la nave USS Pandemonium fueron colocados en un lugar que los militares preferieron no identificar y que la Marina sigue sin revelar. También declararon limpios los lugares de los entrenamientos, sin efectuar ningunas pruebas de radiación.
En diciembre de 2010 los contratistas de la Marina excavaron 16.000 metros de la tierra contaminada, cuyo nivel de radiación era hasta 400 veces mayor que el límite permitido por la Agencia de Proteccion Ambiental.
En 2011 Stephen Woods, funcionario del departamento de Salud Pública, difundió un comunicado en el que se hacía eco de “la gran cantidad de materiales y de objetos contaminados", con niveles preocupantes de radiación.
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