lunes, 11 de enero de 2010

INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN ROBOTS SE DESLIGARIA PRONTO DE LA INTELIGENCIA HUMANA




Teniendo en cuenta la corriente clásica y mayoritaria de la actualidad, algunos piensan que la inteligencia artificial de un robot humanoide será algo extraña, ajena, algo que no comparte la experiencia humana. Acaso sea brillante pero no humana, aunque sería deseable que no sea inhumana. Podría estar tan inmersa en el reino del silicio, tan lejos de las preocupaciones originadas en el carbono (por ejemplo, el envejecimiento y el deterioro del organismo), que tal vez surjan problemas de comunicación con ella [Dibbell, 1996].

El robot humanoide clásico no tiene instintos ni necesidades (como respirar o tener sexo) ni esa especie de inteligencia vital que manifiestan los mamíferos superiores. Sin embargo, es un tipo de inteligencia, aunque ciertamente limitada, estrechamente especializada, y con capacidades de creación y adaptabilidad aun muy pobres [Skyvington, 1978, p. 122]. En otras palabras, las máquinas poseen –por ahora– tan sólo una inteligencia específica, confinada y restringida a la ejecución de determinadas tareas (a pesar de ser, en algunos casos, superior a la humana). El problema es el exacerbado antropomorfismo: cuanto menos se asemeja una entidad al Hombre, menos sentido tiene para éste atribuirle una inteligencia como la suya [Minsky, 1986, p. 301].
Arquitectura mental

El tipo de arquitectura mental que debería tener un robot humanoide depende de la clase de inteligencia que se desea para él. Si se busca un sistema que sea eficiente, que piense racionalmente, se debería utilizar la lógica (en sus diferentes modalidades) y hacer prevalecer la objetividad frente a la subjetividad (para lo cual, tal vez, no se necesite un cuerpo físico). Si, en cambio, se busca un sistema que actúe de forma parecida a como lo hace un humano, se debería construir con un elevado grado de inteligencia general y un amplio conocimiento del mundo, con sentido común (para lo cual se necesite no sólo un cuerpo físico, sino incluso con forma humana y que esté situado) [Ritchie, 1985, p. 150].

En este último caso, hay que ser consciente de lo que es esencial y lo que es accidental en el Hombre; su inteligencia tiene serias limitaciones y no hay motivos para que las máquinas tengan que compartirlas. No sólo se podrían reproducir sus fortalezas, sino que también se podrían evitar muchas de sus múltiples debilidades. En efecto, el sistema cerebro-mente del homo sapiens evolucionó a lo largo de millones de años con el objetivo de sobrevivir. Sus diferentes módulos se expandieron gradualmente sin disponer de una adecuada planificación previa…, algo que se torna bastante evidente [Crevier, 1996, p. 332/5].

1 comentario:

  1. EDUHACK RECOMIENDO QUE PONGAS UNA VENTAN MUCHO MAS CLARA NO SE PUEDO APRECIAR BIEN EL BLOG

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